9. (Desa)Consejo Escolar

¡Hola, lector!

En la clase de hoy, mis compañeros y yo nos convertimos en un Consejo Escolar. Sí, ya sabéis, ese grupo de personas que deciden cómo funciona un centro escolar. Cada uno cumplíamos un papel, por lo que tuvimos que desenvolvernos como directores, secretarios, jefes de estudios, profesores, personal P.A.S., padres, alumnos y representantes del ayuntamiento. Si es que ya lo dice el refrán: hace falta un pueblo entero para educar a un niño.

El Consejo Escolar al que yo pertenecía, cumpliendo la función de profesora, decidió que nuestro instituto llevara el nombre de Lynn Margulis, en honor a la importante bióloga (y única mujer que, según nuestros compañeros de dicha especialidad, se estudia en el currículo). Por si queréis conocer más sobre ella, os remito a una entrada del blog de una compañera de biología, Carmen Escobar Robles, que habla más y mejor de Margulis que yo: Carreteras secundarias: "Mi centro ideal"

Decidimos que nuestro instituto sería público y ofrecería Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional, y que además se encontraría en un barrio urbano de la localidad de Valladolid. Otra de nuestras funciones era definir qué es la educación para nuestro centro. Esta tarea fue, quizá, en la que más tiempo nos demoramos, pues, al fin y al cabo, es la definición a través de la cuál los padres pueden decidir si están de acuerdo con el tipo de educación que ofreces o si les conviene más acudir a otro centro. Finalmente, decidimos que para nosotros la educación es "el proceso y acción de ofrecer las herramientas necesarias para que el individuo pueda desarrollarse holísticamente, y ayudarles y acompañarles en este proceso".

Por último, marcamos los valores que, para nosotros, serían más importantes: Salud (pues sin salud es difícil que disfrutes de los demás aspectos de la vida), familia y amigos y conocidos.

¿Y tú, lector, estás de acuerdo con nuestra visión de la educación y nuestros valores, o habrías escogido otros?