10. Una lágrima por "el Pío"

Querido lector.

La entrada de hoy me hace especialmente feliz, porque voy a poder hablar del que fue mi hogar educativo durante seis años. El IES Pío del Río Hortega, situado en la localidad vallisoletana de Portillo (de dónde era el médico que le da nombre al centro) es un instituto de, como su nombre indica, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato.


En ocasiones, cuando la gente me preguntaba dónde estudiaba o dónde había estudiado, parecían sorprendidos de que mi respuesta fuera que en un centro público situado en un pueblo. Muchos prejuicios seguían -y probablemente sigan- con respecto al nivel educativo de un centro con estas características. Sin embargo, me gusta desmentir tales afirmaciones, pues, desde mi punto de vista, "el  Pío" ha sabido cumplir con mis necesidades educativas. Es, además, un centro pionero en la enseñanza bilingüe -para aquellos que la soliciten- durante la ESO. Las asignaturas totales que se estudian en inglés a lo largo de estos cuatro años son: Tecnología, Plástica, Matemáticas, Geografía e Historia y Educación Física. Además, durante varios años contó con lectores nativos de inglés que nos ayudaban a perfeccionar nuestros conocimientos, tanto a los que pertenecíamos a la sección bilingüe como a aquellos que optaban por la enseñanza íntegra en español. Añadido a esto, durante los años de formación bilingüe permanecíamos en el centro una hora más por la tarde una vez a la semana para reforzar contenidos con uno de los profesores de inglés.


Además, se organizaban viajes internacionales: desde el departamento de francés se encargaban de llevar a los alumnos a París; el departamento de inglés viajaba hasta Dublín con los alumnos para disfrutar no solo del lugar, sino también de la convivencia por parejas con una familia irlandesa y de las enseñanzas de una academia a la que fuimos cada mañana; no podemos olvidar el famoso viaje de fin de curso de los alumnos de 1.º de Bachillerato, en el que, además de necesitarse el consenso general sobre el lugar al que se iba a viajar, se fomentaba la creación de una actuación de Navidad para todo el instituto, cuyo precio de entrada era de 1 euro y cuyo fin era ayudar con los gastos.










No sé si hablo desde el cariño o desde la idealización adolescente, pero creo que ha quedado más que claro el orgullo que siento por mi centro. 

Los valores que promulga su Proyecto Educativo son, tal y como indican, los establecidos por la LOE/LOMLOE:
• La calidad de la educación para todo el alumnado, independientemente de sus condiciones y circunstancias, garantizando la igualdad de oportunidades de todos los alumnos y aplicando un modelo de enseñanza inclusiva, buscando el pleno desarrollo de su personalidad a través de la educación.
• La búsqueda de la equidad, la inclusión educativa, la igualdad de derechos y oportunidades que ayuden a superar cualquier discriminación. Se concibe la educación como elemento compensador de las desigualdades personales, culturales, económicas y sociales, con especial atención a las que se deriven de cualquier tipo de discapacidad.
• La transmisión y puesta en práctica de valores que favorezcan la responsabilidad, la ciudadanía democrática, la igualdad efectiva entre hombres y mujeres y la solidaridad. Se fomentará también la educación para la convivencia y la prevención de conflictos y resolución pacífica de los mismos.
• La concepción de la educación como un aprendizaje permanente, que se desarrolla a lo largo de toda la vida, así como la flexibilidad para adecuar la educación a la diversidad de aptitudes, intereses, expectativas y necesidades del alumnado, así como a los cambios que experimentan el alumnado y la sociedad.
• El fomento del esfuerzo individual y la motivación del alumnado, esfuerzo que debe ser compartido por familias, profesores, centros, Administraciones, instituciones y el conjunto de la sociedad. 

 

Por otro lado, presentan sus prioridades de actuación basadas en dichos valores. A continuación, un resumen de estas prioridades:
1) Formación integradora, en un modelo inclusivo, de nuestro alumnado.
2) Fomento de un clima de convivencia adecuado.
3) Integración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.
4) Organización en Aulas-Materia.
5) Fomento de la enseñanza bilingüe en inglés.
6) Optimización de los niveles de éxito extraordinario.
7) Énfasis en la comunicación fluida dentro de la comunidad escolar.
8) Carácter vinculante de las decisiones de los órganos de gobierno del centro.
9) Evaluación y revisión continua de nuestra práctica educativa.

Además, cuenta con  un apartado exclusivo de compromisos tanto para el centro como para las familias.

El centro se compromete a:

  • Realizar una organización escolar que permita a cada uno de los alumnos el pleno aprovechamiento de las actividades educativas así como el pleno desarrollo de sus competencias y capacidades.
  • Trabajar para mantener un clima de convivencia adecuado, basado en la tolerancia y el respeto, clave para garantizar el derecho a recibir una enseñanza de calidad.
  • Respetar las convicciones religiosas, morales e ideológicas de las familias siempre y cuando no sean contrarias a los principios del Proyecto Educativo, basados a su vez en el respeto a los derechos y libertades fundamentales y los principios democráticos de convivencia.
  • Mantener una comunicación fluida con las familias para informarles de todos los aspectos relacionados con la evolución académica y personal de sus hijos.
La familia se compromete a:
  • Aceptar los principios educativos recogidos en el Proyecto Educativo del IES Pío del Río Hortega.
  • Favorecer y controlar la asistencia diaria y puntual a clase, con el material necesario para la realización de las diferentes actividades educativas.
  • Realizar un seguimiento de la tarea escolar de su hijo, así como procurarle un clima de estudio adecuado.
  • Asistir a las reuniones y entrevistas convocadas por el centro para tratar asuntos relacionados con el proceso educativo de su hijo.
Otras de las prioridades que trata el centro, porque así está estipulado son: el fomento del trabajo cooperativo por parte de profesores (enseñanzas transversales) y alumnos; el fomento de los voluntariados; el plan de mejora de convivencia, que cuenta con una evaluación inicial y evaluaciones de control cada trimestre; el agrupamiento de los grupos de acuerdo a principios de enseñanza inclusiva; por último, el plan de prevención y absentismo escolar y la prevención del abandono escolar temprano.

Desde mi punto de vista, el tratamiento de estos temas se hace desde la seriedad, pues consideran que son de gran importancia. No es que no se den conflictos, es que tratan de evitarse y, cuando los hay, se trata de solucionarlos. El tono no me parece amenazador, sino ajustado a, como ya he dicho, la seriedad con la que se deben tratar estos asuntos.

De nuevo, insisto en que quizá me engañe la nostalgia y no todo sea tan color de rosa; de cualquier manera, a mí me hace feliz pensar que es así.

Gracias, una vez más, por leerme.

Comentarios

  1. Gracias por compartir con nosotros tu experiencia en el centro. Tal y como dices en tu introducción existen muchos prejuicios alrededor de los centros rurales, pero con tu artículo los has desmontado todos. Es curioso ver que el centro implica también a las familias, como hemos visto en la clase de ayer, es importante hacerlas participar en la educación de sus hijos.

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    1. ¡Muchas gracias, María! Me alegro de que te haya gustado. Desde luego, el compromiso de las familias es fundamental.

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    2. Me encanta la manera de defender tu centro, si volvieras a esa etapa, ¿te gustaría volver a ir al mismo sitio?

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  2. Me encanta esta publicación. Se nota el cariño que le tienes a tu centro. Los centros situados en los pueblos también son geniales y creo que con esta publicación lo has demostrado. Creo que en este tipo de centros hay mas cercanía hacia el alumnado.

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  3. Aunque sea muy difícil ¿No serías capaz de sacar alguna pega a tu instituto?

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    1. ¡Hola, Diego! Me parece muy interesante tu pregunta.
      He de reconocer qué difícil no es; gran parte de mis palabras vinieron de la nostalgia y del cariño que siento por este centro, aunque como ya expuse en un comentario a otra compañera, hubo un tiempo en el que hubiera preferido acudir a otro.
      Una pega muy grande que le encuentro es el tratamiento entre los alumnos bilingües y los no bilingües. Me explico: cuando yo entré al instituto, mi curso estaba formado por dos clases bilingües y una que no lo era. Con los que no lo eran no se tenían expectativas altas, lo que provocaba que ellos tampoco las tuvieran de sí mismos. Por otro lado, las otras dos clases se creían superiores solo por estudiar algunas asignaturas en inglés (en definitiva, una tontería). Cuando mi hermano entró al instituto cinco años después, los padres ya no sentían la imperiosa obligación de mandar a sus hijos a la sección bilingüe, como sí que había estado sucediendo hasta entonces; de hecho, en su curso lo que hubo fueron dos clases no bilingües y una que sí lo era. Sin embargo, sé que la sensación que sentían era la misma: como no esperan mucho de mí, llega un punto en el que no me esfuerzo todo lo que puedo.
      No sé cómo estará la situación en la actualidad; solo puedo decir que, aunque las insinuaciones respecto a las expectativas con unos y con otros no se terminaban de verbalizar, se notaban en el ambiente.
      Perdona el tocho, pero al igual que se romantiza lo bueno, lo malo también hay que contarlo, y más si te lo preguntan.

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